Remedios Pérez Rico ha puesto en valor la cocina tradicional de la comarca del Vinalopó durante más de 40 años, recetas que se siguen recordando en la actualidad, pese a que ahora, a sus 85 años, ha dejado de lado los fogones y prefiere dedicar su tiempo libre a hacer bolillos.

Con nostalgia y los ojos brillantes al echar la vista atrás, Remedios recuerda que empezó a trabajar en Pinoso y que sus clientes quedaban tan contentos que recibió numerosas ofertas para cocinar en distintos municipios.

Durante su trayectoria, elaboró exquisitas recetas en importantes restaurantes de Pinoso, Villena y Elda, donde adquirió un gran prestigio y se convirtió en la cocinera por excelencia de la zona. Sus especialidades: los rellenos, los gazpachos y, por supuesto, las paellas. Es, como se suele decir, una cocinera de toda la vida.

Eso implica echarle horas, utilizar productos de gran calidad y hacer platos con cariño y sin prisas: “Siempre he hecho cada paella con su correspondiente sofrito y su carne, nada de hacer ollas enormes de caldo para muchas cantidades. No me gusta cocinar así. Creo que cada arroz debe tener sus propios productos para que salga bueno», reconoce Remedios, quien ha recibido multitud de felicitaciones de empresarios, políticos e incluso cocineros de toda la provincia.

Ella prefiere desprenderse de los halagos y quedarse con la sonrisa de cada comensal al probar sus recetas: «Nadie se ha quejado de uno de mis platos, siempre he visto que la gente quedaba muy contenta y eso es lo que me llevo».

Es conocida como «Remedios, la del puñaico» porque nunca fue de proporciones, sino de poner un puñado de arroz por persona «más uno de regalo».

En la conocida Casa Ramón de Elda, ya de su propiedad, conquistó de nuevo el paladar de cientos de personas y llegó a cocinar para grandes bodas y eventos.

Remedios Pérez tiene los conocimientos y la sensibilidad adecuados para representar la sabiduría culinaria alicantina.

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