El colobo rojo (Piliocolobus Kirkii), primate endémico de la isla africana de Zanzíbar, es extremadamente goloso y le encantan ciertas hojas como las de almendro y mango que lamentablemente resultan venenosas para él. Para solucionar su problema hace uso de un excelente antídoto come carbón, pero el problema es conseguirlo. El colobo espera pacientemente que los vendedores de las aldeas descuiden sus canastas y roba grandes trozos para solucionar sus malestares estomacales.
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