Un preso acusado de agredir brutalmente a otro en los aseos del centro penitenciario de Fontcalent, en Alicante, ha declarado hoy en el juicio que la víctima le atacó primero y él solo le dio "un empujón de nada".

Los hechos sucedieron el 3 de junio de 2010 en el módulo 2 de la citada prisión cuando el perjudicado exigió al sospechoso, Sebastián V.R., que le devolviera dos tarjetas de teléfono que le había prestado con anterioridad.

El procesado le instó a que le acompañara a los aseos del comedor para dárselas y, una vez dentro, supuestamente, le cogió de la cabeza y le golpeó reiteradamente contra una pared hasta dejarlo inconsciente.

El agredido sufrió un traumatismo craneal con fractura de un hueso por el que estuvo nueve días ingresado en un hospital y le dejó como secuelas pérdida de audición del oído izquierdo, una parálisis facial y un trastorno adaptativo.

La fiscalía y la acusación particular han pedido para el sospechoso 8 años de cárcel, la primera por un delito de lesiones y la segunda, de homicidio frustrado, en tanto que la defensa ha solicitado la absolución.

Las acusaciones reclaman, además, una indemnización de entre 56.000 y 70.000 euros para la víctima de cuyo pago responsabilizan, de forma subsidiaria, a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias por la falta de medidas de seguridad.

Durante el juicio, que se ha celebrado esta mañana en la sección décima de la Audiencia Provincial de Alicante, el reo ha sostenido que fue el perjudicado quien le intentó agredir primero en compañía de otros dos reclusos.

"Yo me lo quité de encima, le pegué un empujón de nada y, como el suelo estaba mojado, se resbaló y se cayó al suelo", ha precisado.

Esta versión ha sido desmentida tanto por la víctima como por los tres funcionarios de prisiones que estaban de guardia ese día en el módulo.

Así, el agredido ha relatado que Sebastián le golpeó contra una pared de los aseos y él perdió la consciencia hasta que se despertó, unos días más tarde, en el hospital.

"Casi todos los del módulo le tenían miedo porque él estaba allí por un asesinato y alardeaba de eso, decían que era más que nadie allí", ha agregado.

En efecto, Sebastián V.R. se encontraba preso de forma preventiva por un asesinato cometido en la localidad alicantina de Pego en abril de 2009 junto a otros dos acusados, hechos por los que fue condenado a más de 12 años de cárcel en 2012.

Los funcionarios de guardia han declarado, por su parte, que después del incidente tuvieron que aislar al presunto agresor porque los demás reclusos del módulo empezaron a increparle y querían "tomarse la justicia por su mano".

Igualmente, han manifestado que entre tres personas debían vigilar a una población reclusa que estaba habitualmente entre las 200 y las 300 personas.

También han indicado que Sebastián V.R. confesó poco después del suceso que había tenido una trifulca con el perjudicado en los baños.

Por último, han confirmado que no habían recibido instrucciones para vigilarlo de forma especial a pesar de la naturaleza de los delitos por los que estaba encarcelado.