¿Por qué he pensado en suicidarme tantas veces?
Jorge Mira Micó
No se alarmen: no necesitan entrar en un psiquiátrico ni visitar un psicólogo; lo único que necesitan es contacto.
Si he puesto este título, y si estoy escribiendo esto, es precisamente porque los temas tabú requieren ser expuestos, para que se traten y se solucionen (aunque ya les hago el spoiler, este tema no tiene solución). Y el suicidio, me atrevería a decir, ha pasado de ser un idea más propia del romanticismo a convertirse en una realidad. Aunque, para muchos, es un completo infierno.
Es un pensamiento que se acaba pasando, en la mayoría de casos, pero aún así caemos en la idea de querer quitarnos la vida porque no encontramos ningún sentido para esta. Y ¿por qué ahora? ¿Por qué en un momento de la historia donde lo tenemos todo sentimos que no somos nada? Yo se lo diré: porque vivimos en un mundo interconectado, sí, pero desvinculado unos de otros. El famoso filósofo alemán Byung-Chul Han, en su último libro, lo dice bien claro: La comunicación digital es una comunicación sin contacto físico, sin mirada ni cuerpo.
Nos hemos acostumbrado a que todo esté al alcance de nuestro smartphone y se nos ha olvidado tener contacto físico con las personas. Y esa es la causa de nuestra depresión: las redes sociales y las nuevas tecnologías favorecen la información. Sin embargo, acrecientan el aislamiento y, por ello, la pobreza en contacto físico.
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