Los alojamientos rurales se estan convirtiendo en todo un reclamo como alternativa de vacaciones para este verano. Alquilar una casa independiente con parcela y piscina donde disfrutar de unos días de descanso con familiares y amigos se erige como una apuesta aparentemente segura para desconectar al margen de aglomeraciones. El sector ha experimentado un espectacular repunte desde que se inició el plan de desescalada del confinamiento y todos los indicadores apuntan a que se registrará una ocupación superior a la habitual, sobre todo para los meses de julio y agosto. Según los datos que maneja el portal de contratación clubrural.com, uno de los decanos en este nicho de mercado, en la última semana se ha triplicado el número de reservas de hospedaje de este tipo en la Comunidad Valenciana.
El desconcierto causado por la pandemia del coronavirus ha revuelto las perspectivas del panorama turístico y eso es algo que tiene una especial trascendencia en la Costa Blanca. La incertidumbre sobre cómo y cuándo se podrá ir a las playas, pendientes todavía de regulaciones de uso que vaticinan aforos limitados, o las dudas sobre posibles viajes al extranjero, invitan a algunos a replantearse sus opciones y valorar la posibilidad de visitar destinos del interior de la provincia y del territorio autonómico. En tiempos de covid-19, la fórmula del alojamiento unifamiliar garantiza el aislamiento social y parece inspirar a muchos veraneantes como destino seguro donde refugiarse en periodo vacacional, puesto que también se desconoce cómo se regulará el uso de las piscinas comunitarias.
"En la Comunidad Valenciana el 72% del alojamiento rural es de alquiler íntegro, no por habitaciones, y eso es un punto muy positivo porque muchos piensan que en estos tiempos, cuantos menos espacios comunes compartas, mejor", señala Henar Gómez, coordinadora de comunicación de Clubrural. En concreto, en dicho portal web la reserva de viviendas rurales se ha disparado un 276% en la última semana, sobre todo para el octavo mes del año. Por su parte, desde Casasrurales.net señalan que en la provincia de Alicante se registra ya un 76,47% de ocupación para el mes de agosto, mientras que en Valencia el porcentaje es del 69,75% y en Castellón del 72,91%. Para el mes de julio las cifras son muy similares, con reservas que copan ya el 71,76%, 67,26% y 72,23%, respectivamente.
La tendencia alcista se ha detectado también en escapadarural.com, que igualmente ha experimentado una mayor demanda. A la espera del análisis de nuevos datos, fuentes de la empresa aseguran a este diario que entre el 29 de abril y el cinco de mayo, cuando se empezó a articular el fin del aislamiento social, el incremento de reservas fue un 169% respecto a la semana anterior en territorio autonómico.
Un huésped en la casa rural La Senda del Sol, ubicada en Catral. Foto de Tony Sevilla
La provincia de Alicante ofrece decenas de alojamientos rurales que se posicionan hoy como verdaderos oasis en plena naturaleza al margen de posibles tumultos, al menos de puertas para adentro. Las opciones se multiplican de norte a sur de la geografía alicantina, tanto en parajes de sierra como en zonas de campo, desde la Marina Alta hasta la Vega Baja, y apuntalan esta oferta desde que la movilidad está permitida. "Todavía no tengo la temporada completa cerrada y quedan fechas libres, pero es cierto que la gente está llamando sin parar. En mi caso alquilo una casa completa de seis dormitorios con capacidad para hasta 14 personas y cuesta un poco más porque no se ofrecen habitaciones sueltas, sino la casa en su totalidad. Aún así, sí que parece que el sector se está moviendo. Hay gente que me pide incluso que me quede con sus datos por si se producen cancelaciones para la fecha que desean porque está ya ocupada", explica María Jesús Rodríguez, que gestiona la casa rural La Senda del Sol, emplazada en la huerta de Catral.
"Se interesan sobre todo porque la casa esté aislada, tenga piscina y espacio para los niños. Creo que el verano estará bien de ocupación. Junio no, porque tengo todos los fines de semana ocupados menos uno, pero no tengo reservas entre semana. En julio y agosto espero que sí vaya mejor", añade Rodríguez.
La presidenta de la Asociación Provincial Turismo Alicante Inteior, Indira Amaya de Ameglio, ratifica que, efectivamente, el mercado se ha empezado a mover recientemente aunque se muestra menos optimista y sostiene que todavía no se experimenta un boom de reservas. "No es que el teléfono no deje de sonar, pero poco a poco está empezando a moverse. Creo que se está reservando más en alojamientos completos que en hoteles rurales", cuenta a este diario. De Ameglio dirige el Hotel con Encanto La Mota, en Alcoy. "Yo soy escéptica porque agosto siempre es un mes bueno para mi. Que en julio pueda tener más ocupación, puede ser, pero como es una situación que no hemos vivido nunca, no lo sabemos. Espero que todo esto sirva al menos para que la gente se fije en los destinos de interior y se anime a conocernos", añade.
Piscina del Hotel con Encanto La Mota, en Alcoy. Información
El Coordinador Académico Experto Universitario en Dirección Comercial de Hoteles de la Universidad de Alicante, Daniel Agar, consultor y especialista en formación de establecimientos hoteleros, señala que lo que dejan claro distintas encuestas realizadas a los usuarios en varios portales de reservas especializados en turismo rural es que "los viajeros no quieren quedarse sin vacaciones y están deseando escaparse cuando tengan la oportunidad, que se huye de la masificación y se buscan entornos más aislados y en contacto con la naturaleza, y que se intentan evitar largos desplazamientos".
"El factor precio puede jugar a favor de entornos rurales en lugar de zonas de playa, normalmente más caras", añade. Según la percepción de Agar, "a la hora de tomar decisiones, el viajero está valorando, incluso por encima del precio, las condiciones sanitarias, de higiene y limpieza así como la flexibilidad comercial de los establecimientos, en el caso de que haya que cancelar o posponer las vacaciones".
Usuarios en la piscina de la casa rural Bons Aires, en Alcoy. Juani Ruz
Menos decoración y más desinfectante
El Gobierno, a través de la Secretaría de Estado de Turismo, ha elaborado una guía con directrices y recomendaciones dirigida especialmente a los alojamientos rurales con tal de homogeneizar los protocolos de prevención y minimizar riesgos. Para ello se establecerán medidas que aseguren la protección de los trabajadores y los usuarios y se intensificarán las tareas de limpieza y desinfección, tanto en espacios comunes de establecimientos hoteleros, como en los de uxo exclusivo de casas que se alquilan en su totalidad.
Se indica, por ejemplo, que la persona encargada de recibir al cliente lo hará con mascarilla; que la información relativa al destino como restaurantes, atractivos turísticos o folletos se facilitará en la medida de lo posible por vía informática y telefónica, evitando los folletos de uso común. También se aclara que debe contarse con solución de desinfectante para uso de clientes y que en el caso de que existan tarjetas o llaves, éstas deben depositarse en un recipiente con desinfectante al finalizar la estancia o tras cada uso si se depositan en recepción.
Otra de las instrucciones pasa por que, tanto en las habitaciones de alojamientos de alquiler completo como en las de los alojamientos por habitaciones, la papelera del baño debe contar con tapa, bolsa y accionamiento no manual y se debe minimizar la decoración de la habitación en la medida de lo posible. Las mantas y almohadas adicionales deben retirarse de las habitaciones y ponerse a disposición del mismo desde recepción.
