El proyecto de recuperación de la Tafalera y Numancia vuelve a la agenda del Ayuntamiento después de años de espera. «Elda debe empezar a mirar hacía allí, hacía la Tafalera» son las declaraciones de la concejala de Urbanismo, Pilar Calpena, para señalar que el equipo de gobierno está trabajando en el proyecto de recuperación de La Tafalera y Numancia, barrios marginales de Elda. La mirada de PSOE-Compromís se centra en un punto en concreto, el Altico de San Miguel y el antiguo vivero. Son los espacios en los que se quiere comenzar la regeneración de las degradadas zonas y «como si de una gota de aceite se tratase extenderse al resto del barrio».

El proyecto que desde Urbanismo se espera que comience en 2017 es una implementación del que en 2010 ganó el premio europeo «Europan» y que abarcaba todo el barrio. El de ahora se centra en una zona: el Altico de San Miguel en Numancia y es menos ambicioso en su inicio. El presupuesto para esta primera actuación debe alcanzar los 200.000 euros y está a la espera de que los presupuestos municipales recojan esta petición y se aprueben.

El ambicioso proyecto que abarcaba Numancia y La Tafalera se centra ahora en un área de Numancia como prueba piloto. Allí se pretende proponer estrategias de recuperación urbana que catalizarán una transformación gradual, tales como inserción de equipamientos terciarios y viviendas de colmatación en los solares en ruinas.Así, en el parque del antiguo vivero se repoblará en una actuación medio ambiental. Además, se trabaja sobre la necesidad de crear espacios públicos para la cohesión social de los vecinos.

Asimismo, la concejala de Urbanismo insiste en que para que la recuperación de la Tafalera vaya más allá de un proyecto urbanístico, se llegue a la regeneración social, «se debe hacer de forma participativa implicando a los vecinos».

Mientras se trabaja en este terreno, el derrumbe de dos casas en la Tafalera ha puesto de manifiesto la necesidad de actuar con urgencia en el degradado espacio.

Desprendimientos

Calpena asegura que «las intensas lluvias y las nevadas han provocado estos desprendimientos, aunque todos sabemos que el estado de las viviendas de la Tafalera no es el idóneo». Pero estas casas apiñadas en el cerro que vive de espaldas a Elda, y Elda de espaldas a él, tendrán que esperar para que en una segunda o tercera fase el proyecto de regeneración tanto social como urbanística llegue a sus puertas. Mientras tanto, el grado de envejecimiento de la zona avanza sin que nadie lo evite.

Algunas de las casas de La Tafalera están deshabitadas pero en las que viven familias también existe un alto deterioro. De hecho, el barrio creció sin una ordenación urbanística y ahí sigue con una falta evidente de conexión con el resto de la ciudad tanto social, cultural como urbanísticamente y aunque, en menor medida, al de Numancia que ha florecido en una colina, le sucede lo mismo.

En total, los barrios de Numancia y la Tafalera engloban una superficie de más de 18 hectáreas. Numancia se caracteriza por ser un barrio consolidado con población originariamente de clase obrera. Conviven casas unifamiliares de dos y tres alturas de calidad media-baja, y plurifamiliares de hasta tres plantas con bajos comerciales e industriales, principalmente de calzado. Conserva la trama urbana originaria, con grandes pendientes, y requiere de mejoras en cuestiones como iluminación, pavimentación, aceras, mobiliario urbano y zonas verdes.