El equipo de gobierno tiene ultimado ya un nuevo reglamento municipal de normalización lingüística para Elche. PP y Vox tienen claro que quieren poner al mismo nivel valenciano y castellano, algo ante lo que la oposición ya aguanta la respiración a expensas de ver cuál es el resultado final. Todo apunta, no obstante, a que el nuevo reglamento, que saldrá adelante llegado el momento con los votos del bipartito en el gobierno, será un nuevo frente de polémica, tal y como ha ocurrido a nivel autonómico por cómo quedará el valenciano en la futura nueva ley educativa. En el nuevo reglamento, entre otros cambios, se suprime ya de entrada el punto 1 del artículo 1 de la normativa actualmente vigente y que dice: "El valenciano es la lengua históricamente propia del municipio de Elx".

El nuevo, algo que ya tenían en mente ambos partidos, sobre todo Vox, también suprime que "el valenciano, como lengua propia de la ciudad de Elche, lo sea también de su Administración Local y de las entidades e instituciones dependientes de ésta"; así como se elimina el punto 2 del artículo 5: "Se recomienda que los funcionarios que atienden al público inicien en valenciano el contacto con los ciudadanos, sin perjuicio de atenderles en la lengua que los interlocutores emplean".

Sobre los procesos selectivos para la provisión de plazas, el futuro nuevo reglamento suprime el punto 2 del artículo 8: "En los casos oportunos el Ayuntamiento indicará los puestos de trabajo para los que es preceptivo el conocimiento del valenciano".

No obstante, la nueva normativa recoge aspectos como que "todos los documentos, impresos y formularios municipales habrán de estar redactados en valenciano y castellano"; que los acuerdos aprobados por órganos de gobiernoque deban ser objeto de publicación se publicarán en las dos lenguas oficiales, salvo en casos excepcionales, o que el Ayuntamiento promoverá el uso del valenciano en todos los servicios municipales, especialmente en el ámbito de la educación y la cultura.

El caso es que el equipo de gobierno señala que el reglamento de 1997, de la época de Diego Maciá, es un modelo "obsoleto, impositivo e injusto", en palabras durante el pasado pleno del propio alcalde, Pablo Ruz.

Documentación administrativa

Es más, se recuerda que el reglamento actual señala, por ejemplo, que toda la documentación administrativa debe ir en las dos lenguas; o que los escritos a concejales, así como por ejemplo actas de pleno, deben ser redactadas en valenciano, algo que con PSOE y Compromís no se hizo, según le reprochó el primer edil a la oposición en el pasado pleno ordinario del 29 de abril. Lo que habría que ver es si con el actual personal y con los recursos económicos que tiene asignados o ha tenido atribuidos la Agència de Promoció del Valencià (Aviva) en Elche, una oficina municipal, se puede asumir esta carga de trabajo.

El alcalde Pablo Ruz, en su comparecencia este jueves Información

El caso es que la junta de gobierno local ha aprobado este jueves someter a consulta pública previa y a audiencia e información pública el proyecto del denominado Reglamento de Cooficialidad Lingüística del Municipio de Elche, “un compromiso del gobierno municipal en defensa de la libertad y el bilingüismo en nuestro municipio”, según ha destacado el alcalde, Pablo Ruz, durante el anuncio del mismo, una intervención que ha hecho parte en valenciano y parte en castellano. "Tenemos que adaptarnos a la realidad social y lingüística de Elche, con una ciudadanía que utiliza sin ningún problema las dos lenguas”, agregaba.

Ausencia de conflicto

El primer edil, acompañado de la lideresa de Vox, Aurora Rodil, asegura que no se generará conflicto con los valencianoparlantes, que se trata de normalizar la situación, que la cartelería existente no se va a cambiar, sino cuando llegue el momento de sustituirlos por cuestión de conservación, y que todo esto no va a suponer un coste adicional. “No va a suponer un gasto extraordinario para cambiar toda la rotulación de la ciudad, si no que se irá adaptando de forma progresiva y siempre con sentido común", insistía la primera autoridad local.

No obstante, hace escasos días Vox, a través de sus redes sociales, mostraba distintas fotos de El Altet con la doble denominación de esta pedanía acompañado del mensaje "La señalética bilingüe llega a las pedanías".

La nueva normativa sustituirá al actual Reglamento de Normalización Lingüística de 1997 y que, entre otras cosas establece que el valenciano es la lengua históricamente propia de Elche; que los acuerdos del Ayuntamiento, las convocatorias, órdenes del día y actas de los órganos colegiados tiene que realizarse preferentemente en valenciano; que los funcionarios tienen que dirigirse al público inicialmente en valenciano, y luego pasar a la lengua que el interlocutor emplee; que los anuncios del Ayuntamiento en medios de comunicación tienen que realizarse mayoritariamente en valenciano y que la rotulación de edificios municipales y rótulos en la vía pública tienen que estar únicamente en valenciano. 

Topónimos y calles

Frente a eso, tal y como ha explicado el alcalde junto a la tercera teniente de alcalde, Aurora Rodil, se plantea un nuevo reglamento que "establezca la cooficialidad de las lenguas" y disponga que los documentos municipales se redacten en valenciano y castellano, y que los acuerdos aprobados por el Ayuntamiento se publicarán en las dos lenguas oficiales de la Comunidad, salvo que en casos excepcionales, por razones de urgencia, solo sea posible su publicación en una de ellas.

Raúl Sempere, concejal de Pedanías, Camp d´Elx y Vertebración Territorial, junto a una doble rotulación Información

Asimismo, los topónimos y denominaciones de calles y espacios públicos deberán estar en castellano y valenciano, salvo en los casos en que la denominación histórica se haya expresado tradicionalmente en una sola lengua.

Por su parte, Aurora Rodil ha mostrado el “respeto absoluto de este gobierno a las dos lenguas". "Lenguas que además promocionamos y queremos que sean utilizadas como herramienta de comunicación y no de desencuentro”, apuntaba Rodil, quien incidía en que “se va a respetar el bilingüismo y la libertad de elección de lengua de todos los ciudadanos sean de aquí o de fuera”. 

Quince días

Una vez finalice el trámite de audiencia, establecido en 15 días, el proyecto de reglamento se aprobará por la junta de gobierno local y, posteriormente, pasará por la comisión correspondiente y el pleno. Tras ese proceso volverá a abrirse un nuevo trámite de audiencia pública durante 30 días y se realizará la aprobación definitiva por parte del pleno.

El alcalde definía así la lengua autóctona: "Un tesoro que tenemos que cuidar, respetar y promover, pero siempre desde la cordialidad lingüística y bilingüe que es la histórica de esta ciudad”.