Una de las mayores ilusiones de las madres y los padres de un recién nacido es pasar el mayor tiempo posible con sus bebés, reforzar el vínculo con ellos, y velar por su buen estado de salud. Una tarea complicada en partos prematuros o con complicaciones, en el que los niños y niñas deben ingresar en la UCI Neonatal, porque la necesidad de estar permanentemente en las incubadoras y con cuidados médicos, en ocasiones durante meses, hace más fría esa relación materno y paternofilial. Por eso, desde la UCI Neonatal del Hospital General han implementado en los últimos meses nuevas medidas que ayudan a mantener ese vínculo.

Además de la aplicación del Programa Canguro también en la UCI, que facilita el contacto piel con piel entre madres y padres con sus bebés, también se está facilitando que la madre se extraiga la leche materna con sacaleches mientras tienen en sus brazos a sus pequeños, ya que, según apuntan desde el servicio, está comprobado que esta práctica beneficia el fomento de la lactancia materna.

Otra de estas iniciativas pasa por la creación de un box de cuidados guiados, en el que el personal médico ayuda a las madres y padres de bebés prematuros, antes de que la progenitora reciba el alta tras el parto, al manejo y cuidados de sus hijos e hijas. Otra de las finalidades de este box es facilitar el Plan de Apego una vez la madre recibe el alta. Así, en esta sala, habilitada con dos cunas y dos sofás cama, los progenitores pueden estar las 24 horas del día para, en la medida de lo posible, no separarse de los recién nacidos en sus primeros días.

Desde el servicio, Aure Carbonell, como portavoz de todo el equipo que ha impulsado estas medidas, asegura que «las madres y padres lo agradecen mucho. Pasan ratos muy complicados. Cualquier dolencia en un niño se vive de forma intensa, y, en estos casos, cuando son tan pequeños, y, en esta unidad, donde los casos son graves, todavía más». Por eso, el propio personal del centro es el que ha ido apostando por una UCI Neonatal más humana, a medida que recogían las necesidades de los progenitores.

Sala de duelo

Un ejemplo de ello es la creación en la UCI Neonatal de una sala de duelo, donde los padres y madres pueden despedirse a solas, y con tranquilidad e intimidad, de los bebés que están a punto de fallecer. «Tuvimos un caso en el que, tras fallecer un bebé, un padre nos dijo que había estado muy contento con el trato, pero se iba con la espinita clavada de tener que haberse despedido de su hijo en mitad de un pasillo. Así que hemos creado una sala de duelo, simbolizada con una mariposa morada, en la que pueden estar aislados. El personal médico, cuando ve la mariposa colgada, ya sabe que ahí hay una familia afrontando un duelo, por lo que intentamos bajar la voz y no molestar para que se sientan más cómodos», asegura. Además, se deja entrar a abuelos u otros familiares que no habían conocido a los bebés.

Música

Otra de las iniciativas que se desarrollan desde hace un tiempo es la visita de los payasos también a neonatos. Guitarra en mano, les cantan canciones para facilitar su estimulación, pero también su relajación con las melodías. Así, estos profesionales visitan a los niños dos veces por semana, para hacer más agradable la estancia.

El próximo objetivo a corto plazo es facilitar una estancia donde los padres y madres que se queden velando por sus hijos esas 24 horas puedan comer con tranquilidad y descansar un poco. Así, se prevé incorporar un microondas para calentar la comida y otros utensilios para facilitar la hospitalización, ya que los recién nacidos pueden pasar en la unidad desde pocos días hasta varios meses, en el caso de que se produzcan partos muy prematuros.