Las familias alicantinas ya gastan en alimentos un 26% más que en 2019

El presupuesto anual por hogar para la cesta de la compra ya roza los 5.500 euros como consecuencia de la inflación, según un informe de las Cámaras de Comercio

La marca blanca alcanza una cuota de mercado del 53,5%

Un puesto de verduras en el Mercado Central de Alicante.

Un puesto de verduras en el Mercado Central de Alicante. / Pilar Cortés

David Navarro

David Navarro

El impacto de la inflación pasa factura a las familias de la Comunidad Valenciana, que se vieron obligadas a elevar su presupuesto para la compra de alimentos en mucha mayor medida que otras partidas, a pesar de apostar más por las marcas blancas y las promociones. Así lo pone de relieve el Informe de la Distribución Comercial Minorista 2024, elaborado por la Oficina del Pateco, el organismo dependiente del Consejo de Cámaras autonómico especializado en este sector. Un informe que, por primera vez, se ha presentado en Alicante.

Así, durante el pasado año las familias de la autonomía destinaron hasta 11.403 millones a alimentación y bebidas, lo que supuso una media de 5.496 euros por hogar. Una cifra un 11,3% más elevada que en el ejercicio anterior, aunque si se compara con los datos previos a la pandemia, lo cierto es que la cantidad que los alicantinos, valencianos y castellonenses tienen que destinar a llenar la nevera se ha disparado hasta un 26,2% desde 2019, o, lo que es lo mismo, unos 1.140 euros más al año.

Un dato que contrasta con la evolución de otras partidas, como la que se destina a productos de moda y cuidado personal, que apenas creció un 1,9% durante el año pasado, hasta una media de 2.734 euros por familia. Igualmente, el presupuesto para productos tecnológicos, ocio, cultura y otros solo se incrementó un 2,2% por unidad familiar, hasta los 927 euros, mientras que los artículos para el hogar y su mantenimiento se llevaron un 5,5% más, hasta 1.404 euros por familia. Unas cifras que parecen escasas si se tiene en cuenta que la renta bruta de los aumentó en un 9,8%, lo que indica que los consumidores -además de ese mayor gasto obligado en alimentación- también optaron por dedicar a otros fines buena parte de la mejora de ingresos que se registró gracias al aumento del empleo y la subida de las pensiones, según explicaron los responsables del Pateco, Agustín Rovira, Begoña Marín y Carmen Hernández, en la presentación del informe. Entre otros, al ahorro y al pago de sus créditos.

Solo cinco ciudades acaparan un tercio de todo el comercio

El sector comercial de la Comunidad Valenciana está cada vez más concentrado en los grandes núcleos de población, mientras los pequeños municipios tienden a perder establecimientos. Así, según el informe del Pateco, hasta seis de cada diez tiendas de la autonomía se ubican ya en las principales ciudades y municipios de cabecera comarcal y, en concreto, solo las cinco poblaciones de más de 100.000 habitantes de la Comunidad -Valéncia, Alicante, Elche, Castellón y Torrevieja- acaparan un tercio de todo el tejido comercial. Por el contrario, solo el 1,6% de las tiendas está en municipios de menos de 1.000 habitantes.

De esta forma, el precio se refuerza como el factor decisivo de compra en los bienes diarios para un 46,2% de los consumidores de la autonomía, «por encima de otros aspectos como el contenido nutricional o el sabor», destaca el estudio. Del mismo modo, se incrementa la cuota de mercado de las conocidas como marcas blancas, por las que ya se decantan el 53,5% de los consumidores a la hora de comprar alimentos, y hasta el 57,9% cuando se trata de productos para el cuidado del hogar.

En la misma línea, hasta un 51,9% de los consumidores busca las ofertas y promociones antes de comprar, y el 52,8% hace una lista para adquirir solo lo necesario.

Las autoridades que han asistido a la presentación.

Las autoridades que han asistido a la presentación. / Información

Proximidad

Con todo, a la hora de elegir un establecimiento, el factor que más pesa es la proximidad, con un 57,4%, frente a la relación calidad-precio. En cuanto al tipo de comercio donde se adquieren los bienes diarios, un 85% acude a los supermercados, lo que no quita que un 32,4% también compre en los comercios de barrio de alimentación -las respuestas pueden ser múltiples-. Además, un 16,1% también acude a los mercados municipales o los mercadillos ambulantes.

En su conjunto , el sector comercial representa el 13,1% del PIB de la Comunidad Valenciana y hasta el 18,9%, aunque si se suman los efectos inducidos, las cifras se elevan hasta el 24,9%, en el caso del PIB, y el 32% de la ocupación. A la presentación acudieron la consellera de Innovación, Industria y Comercio, Nuria Montes, y el presidente de la Cámara de Alicante, Carlos Baño, entre otros.

Menos autónomos y más empleo asalariado

El comercio minorista se mantiene como el principal foco de empleo en la Comunidad, únicamente por detrás del sector público, con un total 218.688 ocupados. Sólo en el último año se crearon hasta 3.817 nuevos puestos de trabajo, aunque lo que cambia es la naturaleza de esos empleos. Así, el informe del Pateco constata una reducción del número de autónomos -que pasaron de 54.758 a 53.672, es decir, 1.086 menos-, mientras que se produce un incremento del empleo asalariado, que suma casi 5.000 nuevos ocupados en el último ejercicio, hasta alcanzar los 165.016. Una tendencia que, además, viene de años anteriores y que, como señala la técnico del Pateco, Begoña Marín, refleja la contracción que sufre el comercio tradicional -sobre todo a medida que muchos propietarios alcanzan la edad de jubilación-, y el auge de las cadenas.

Algo que también se refleja en la evolución del gasto por formatos. Así, mientras que las grandes cadenas vieron incrementada su actividad durante el año pasado en un 7,9%, según el Índice de Comercio al por Menor que elabora el INE, la facturación de las tiendas unilocalizadas -es decir, el pequeño comercio- retrocedió un 2,3%, según expuso la técnica del Pateco en la presentación del informe.

Algo que incluso se percibe en la propia estructura del sector. Por ejemplo, en el caso de la distribución alimentaria, el número de establecimientos se redujo en un 0,3% en 2023, hasta los 2.177 establecimientos. Sin embargo, la superficie que ocupan aumenta un 0,9% por la tendencia hacia supermercados de mayor tamaño.

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