Las alicantinas Erum y Acteco reciclarán los pellets plásticos de Galicia para convertirlos en perchas

Perchas. En eso se van a convertir los pélets de plástico que desde mediados de diciembre están invadiendo las playas gallegas. Y lo harán gracias a la intervención del grupo alcoyano Erum, uno de los mayores fabricantes de este artículo a nivel mundial, que va a trasladar estos residuos hasta sus plantas en Ibi y el propio Alcoy con la finalidad de procesarlos y acometer su transformación. La iniciativa, con la que pretende contribuir a solucionar el problema medioambiental y evitar que este material acabe en vertederos, tiene su origen en la conexión que la compañía tiene con Galicia. No en vano, Erum es proveedor de la cadena de ropa Inditex, con profundas raíces en esta comunidad autónoma.

Galicia está siendo noticia en las últimas semanas por el vertido de pélets que afecta a sus costas. El origen está en el buque Toconao, que perdió hasta seis contenedores en aguas portuguesas. Uno de ellos transportaba 26.250 kilos de estas pequeñas bolitas de plástico, que empezaron a llegar a las playas el pasado 13 de diciembre, cuando se detectaron los primeros rastros. Desde entonces, el problema se ha ido extendiendo, desde las zonas más al sur de la comunidad, como Nigrán, hasta el norte, donde ya han sido vistas en puntos de la Costa da Morte e, incluso, más allá. De hecho, también se han detectado ya tanto en Asturias como en Cantabria, y se teme que acaben llegando en breve al País Vasco.

Con todo, la costa más afectada, con diferencia, es la gallega, donde grupos de voluntarios y ayuntamientos, a los que se le han sumado con posterioridad efectivos desplegados por la Xunta, han estado trabajando en la recogida de estos microplásticos, habiéndose recuperado hasta el momento más de 2.800 kilos. Un problema medioambiental de notable magnitud que, además, se ha estado encontrando hasta la fecha con una dificultad añadida, que no es otra que el destino que se le otorgaba a estos pélets. Y ha sido hasta la fecha porque, finalmente, parece que se ha encontrado una solución de la mano del gigante de las perchas Erum, un grupo que tiene su sede central en el municipio alicantino de Alcoy.

¿El motivo? El fabricante tiene una íntima relación con Galicia, merced a que trabaja para Inditex. De hecho, una de las empresas que forman parte del grupo alcoyano, Acteco, especializada desde hace 27 años en la recuperación y revalorización de residuos industriales, tiene una planta en Arteixo, en la misma comunidad gallega.

Erum dispara un 41% su negocio de perchas gracias a nuevos clientes y a su sistema de reciclaje

Fruto de esa conexión, y según informan desde Erum, se ha llegado a un acuerdo con la consultora medioambiental Ziclos Circular Economy, que ha ofrecido su conocimiento y experiencia para la coordinación de las rutas de transporte para el envío de estos microplásticos desde las playas afectadas a la citada planta. Este traslado de la granza se hará conforme a unos criterios de gestión específicos, según las características de estos residuos plásticos, los cuales requieren de empresas especializadas.

Una vez realizado el tratamiento de limpieza de arena y algas de los pélets, serán remitidos a territorio alicantino. Primero a otra planta de Acteco, ubicada en Ibi, donde serán sometidos a un tratamiento de reciclado, y desde ahí al centro de producción de Erum en Alcoy, donde se transformarán en productos válidos y certificados para su comercialización y distribución, principalmente perchas, aunque también material plástico para la fabricación de embalajes o, incluso, piezas dedicadas a la automoción.

Este último proceso, el de la fabricación, dependerá de la cantidad de producto que se recoja finalmente, así como del material aprovechable. De hecho, tendrá que ser sometido primero a un análisis de composición para everiguar, de entrada, si se trata de plástico virgen o reciclado.

Según explica Coral Erum, CEO para América y Asia y consejera delegada de Erum, la iniciativa que se va a acometer está íntimamente relacionada con la filosofía de la compañía, que no es otro, subraya, que “la sostenibilidad, hasta el punto que hemos hecho del reciclaje y la economía circular nuestra estrategia principal”.

Y para ilustrarlo, destaca que “tenemos fábricas en España, Marruecos, Turquía, India, Bangladesh y China, con el objetivo de estar cerca de nuestros clientes y servirles unas perchas que, además, se utilizan en todo el proceso, desde el de la confección de la ropa hasta las tiendas, pasando entre medias por los centros de logística”.

A partir de ahí, y una vez se han utilizado, “las perchas -enfatiza- vuelven a nosotros, para someterlas a un proceso de clasificación en el que se decide cuáles se pueden reutilizar y cuáles se destinan al reciclaje para volver a fabricar. Pero, en cualquier caso, se trata de un producto resistente y con la misma calidad que las fabricadas con materia prima, hasta tal punto que llegan a tener hasta 40 ciclos de uso”.

En este sentido, explica que “en los últimos cuatro años, Erum ha conseguido reintroducir en el mercado casi 700 millones de perchas, reduciendo así la huella de carbono y mejorando la eficiencia de los recursos”. Acteco, de hecho, se creó en 1994 precisamente con esa filosofía, la del reciclaje, la sostenibilidad y la economía circular.

Así que, indica Coral Erum, “dentro de esa filosofía, y teniendo en cuenta que nosotros tenemos presencia en Galicia, es por lo que nos hemos ofrecido para tratar de colaborar y contribuir a solucionar el problema que se ha generado en las playas con estas granzas. La idea es aprovechar este material para que no acabe en un vertedero, transformándolo en productos que, además, puedan llegar a tener varios usos”.

Erum se ha consolidado como uno de los mayores fabricantes de perchas a nivel mundial. Con clientes como Inditex, H&M, C&A, Sonae o el Corte Inglés, la producción anual del grupo supera los 458 millones de unidades, que se distribuyen en más de 120 mercados internacionales. Con todo, en los últimos años Erum ha apostado por la diversificación, de forma que en la actualidad la división de perchas ya solo representa aproximadamente la mitad de los ingresos totales del grupo, que ascienden a unos 150 millones de euros anuales. Junto a la fabricación de piezas para automóviles o envases, la firma también ha entrado en otros negocios, como el de la producción de elementos de seguridad vial de última tecnología, a través de la mercantil PF Seguridad Vial.