La economía mundial anda con pies de plomo ante el impacto que puede provocar el coronavirus a escala planetaria. El gobierno español, sin ir más lejos, a través de su vicepresidenta Nadia Calviño y de su ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha lanzado en la última semana mensajes de tranquilidad y prudencia porque las medidas de contención de la temida enfermedad pueden afectar a la actividad, dependiendo de la intensidad y prolongación de la epidemia a lo largo de los próximos meses.
Los transportistas, uno de los sectores golpeados por el virus, no son ajenos a esta situación. La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), está en estado de alerta, ya que «el problema sanitario puede pasar a ser económico».
El secretario general de la principal patronal del sector en España, José María Quijano, afirma que las empresas, sean de gran tamaño o pequeños transportistas, se pueden ver afectadas «y en un mes encontrarse conque no tienen trabajo».
Quijano recuerda que el sector viene de unos meses «complicados» por la pérdida de horas de actividad, con motivo de los cortes de carreteras el pasado octubre durante las protestas independentistas y de la borrasca «Gloria» este enero.
«La parálisis del transporte por carretera sería la gota que colma el vaso», lamenta el dirigente de la CETM, quien, no obstante, apuesta por «no entrar en pánico y seguir las recomendaciones del Gobierno».
En Italia, con más de 200 muertos por el coronavirus, el Gobierno italiano acaba de anunciar la prohibición por decreto de entradas y salidas de la región de Lombardía y otras 14 regiones consideradas hasta el momento «zonas rojas» desde ayer y hasta el 3 de abril, tiempo suficiente para detectar cualquier posible nuevo caso del coronavirus. Está por ver cómo afectará ahora esta drástica medida en el transporte de mercancías.
Temor de los conductores
La Confederación tiene conocimiento de la negativa de transportistas españoles a conducir hasta Italia a zonas con elevado riesgo, «pero como puede pasar en cualquier sector, ciudadanos que se niegan por temor».
El tráfico diario por las fronteras de La Junquera y de Irún hacia Europa es de 10.000 camiones de salida y otros 10.000 de entrada, según la patronal, entre ellos provenientes de la provincia.
Mientras, cientos de camioneros alicantinos continúan viajando a Italia, donde siguen las directrices de las autoridades del país transalpino. «Cuando llegan a descargar, les dicen que se tienen que poner la mascarilla para bajar del camión», afirma un transportista de la ciudad que prefiere no ser identificado.
De hecho, se muestra sorprendido porque «hace tres semanas, con la feria del calzado de Milán, desde la provincia salieron muchos camiones; ahora empezamos a conocer que varios empresarios tienen coronavirus, así que no me extrañaría que algún compañero también haya contraído el virus».
En otras zonas de España como Vigo, León o Cáceres varios camioneros que viajaron a Italia en las últimas semanas han dado positivo por coronavirus y se encuentran ingresados en centros hospitalarios o en cuarentena domiciliaria. Se trata de trabajadores que llevaban productos a la «zona roja» en los días en que el virus ya se estaba extendiendo por todo el norte.
«Menos improvisación porque hay mucho en juego»
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera exige al Gobierno «medidas de protección»
La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) ha «exigido» al Gobierno español que tome «medidas de protección» ante la posible caída de actividad económica y, por lo tanto, del transporte de carga, por los efectos derivados de la expansión del coronavirus.
En este sentido, la patronal pide «especial atención» para los trabajadores del sector del transporte de mercancías por carretera y las empresas del ramo, dado el impacto que el descenso de actividad tendrá en sus cuentas de resultados.
Astic tildó de «preocupante» la «falta de planificación del Gobierno español ante la crisis del coronavirus», sobre todo, denunció en un comunicado, «la ausencia de comunicación con este sector de la carretera que está entre los potencialmente más afectados».
La patronal asegura que las empresas del sector están tomando medidas y articulando protocolos de actuación para «asegurar los flujos logísticos comprometidos con sus principales clientes».
No obstante, Astic «alerta» de los «primeros efectos» que asegura está afrontando como consecuencia del coronavirus, como son la falta de suministros procedentes de China, país origen del 7% de las importaciones de España, y la negativa de algunos transportistas a conducir hasta zonas con alto riesgo de contagio. «El Gobierno no debería permanecer por más tiempo en modo esperar y ver, dejando este asunto en manos de la improvisación de última hora, porque hay mucho en juego», concluye la patronal.
Por su parte, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, aseguró ayer que el Consejo de Ministros valorará «medidas extraordinarias que tengan que ver con el transporte» para controlar la expansión del coronavirus, aunque «sin precipitarse» y «siempre con criterios de proporcionalidad».
