Futuro incierto para una construcción con siglos de historia de El Campello

La fortificación, que data del siglo XVI, es presa del deterioro. Para frenar esta amenaza, el Ayuntamiento afirma haberse reunido con la propiedad para hallar una solución: una cesión gratuita del BIC durante 50 años, algo que la Conselleria de Cultura niega

Panorámica de El Campello.

Panorámica de El Campello. / Héctor Fuentes

Una atalaya defensiva del siglo XVI. Una huella de una época anterior que ha llegado hasta nuestros días y cuyo carácter bélico anima a querer saber qué fue lo que motivó su construcción. Qué amenazas sufrió. Qué conflictos albergó. Pequeñas historias que sucedieron en el pasado y, que a decir verdad, son más estimulantes que el episodio más reciente, que afecta directamente a este baluarte de El Campello conocido como la Torre de Reixes.

El torreón ha pasado de ser escenario de disputas a verse envuelto en ellas. En la actualidad, no son martítimas, sino dialécticas, y suceden lejos de su ubicación, en la sala Ramón Llull de la Biblioteca Municipal, donde el último jueves de cada mes se celebra el pleno municipal, donde no se usa la pólvora ni el acero, basta con la palabra.

Durante el turno de ruegos y preguntas de la última sesión, el portavoz de EUPV-UP, Pedro Mario Pardo, abordó el tema para conocer en qué situación se encuentra esta fortificación. Lo último que se sabía al respecto es que en septiembre de 2023, el Ayuntamiento emitió una orden a la propiedad del BIC en la que se le requirió «un proyecto básico y de ejecución en un plazo de dos meses». En octubre, llegó la respuesta de la mercantil, que pidió ampliar el periodo a seis meses que, como se encargó de recordar el concejal de la formación morada, caducaron el pasado mes de marzo.

La Torre de Reixes de El Campello presenta un deterioro alarmante

La Torre de Reixes de El Campello presenta un deterioro alarmante / J.A.RICO

Un enemigo poderoso

Tal como publicó este medio, a principios de este año se conoció que el Consistorio consideró como insuficiente el proyecto de consolidación presentado por la compañía que posee la titularidad del bastión. Bajo amenaza de multas que pueden llegar a sumar 215.000 euros, el ente municipal exigió a la firma presentar un plan para rehabilitar una torre vigía acechada ahora por un enemigo más poderoso que los piratas berberiscos contra quienes combatió en el pasado: el olvido.

Para frenar esta amenaza, el concejal de Cultura, Marcos Martínez, aseguró, en respuesta a la pregunta planteada por EUPV-UP, que han mantenido una reunión con la propiedad. Esta no fue la principal noticia que dejó la sesión, ya que el responsable del departamento se mostró convencido de la propuesta que le han presentado al dueño de la torre. «Es coherente, de sí o sí, no tiene opción», reveló el edil.

El alcalde, Juanjo Berenguer, que se está «dedicando personalmente» a resolver este tema, apuntan fuentes municipales, se encargó de arrojar más detalles sobre la proposición. Está «consensuada con la dirección general de Cultura», señaló el máximo representante de la ciudad, que especificó que se trata de una «propuesta verbal» que consiste en «que haya una cesión por parte de la empresa». ¿En qué consiste esta operación? En una cesión «a título gratuito por un mínimo de 50 años de la propiedad y los accesos», que serían puestos «a disposición de los vecinos».

«¿Qué gana la empresa?», es la pregunta que se hacen todos, que pronunció el propio alcalde y que él mismo se encargó de responder: «No pagar, nada más». Sin embargo, fuentes de la Conselleria de Cultura van en el sentido opuesto cuando se les pregunta por este asunto y son tajantes al respecto: «Es un bien particular y no tenemos propuesta de compra». Este medio también ha tratado de contactar con la otra parte implicada, la propiedad, que ha declinado hacer declaraciones al respecto.

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